1 de julio de 2013

¿Por qué Celebrar un Sabbat?

 
Hace poco tuvo lugar el Sabbat de Solsticio de Invierno (o Verano, si vives en el Hemisferio Norte). Por lo que me hice la pregunta que, honestamente, cada cierto tiempo me formulo: ¿por qué celebramos los Sabbats de Brujería?


En serio. ¿Por qué deberíamos hacerlo?  Entiendo que en el pasado las diferentes culturas tenían celebraciones que marcaban los cambios en las estaciones y los periodos de cosecha y fertilidad. Tenían la creencia de que, por ejemplo, si no festejaban el solsticio de invierno (que hace poco tuvo lugar en nuestro hemisferio), entonces el sol no volvería a aparecer en los cielos, la luz no volvería a la tierra y la vida desaparecería en medio de la oscuridad absoluta. Hay que admirar a los muchachos por su convicción en la importancia de las celebraciones.

Pero ya estamos en el siglo XXI. Las culturas antiguas paganas desaparecieron. Sabemos que el sol volverá a salir por el horizonte. Sabemos que habrá una cosecha. Sabemos que al invierno le sigue la primavera. Y sabemos que el mundo no desaparecerá si dejamos de celebrar las festividades… ¿lo sabemos, acaso?

En este mismo instante me doy cuenta de que una idea se ha filtrado en mis pensamientos, precisamente relacionada al tema de que los Sabbats – o las festividades en las cuales los Sabbats tienen su origen – ya no son celebradas. Cierto es que los festivales fueron absorbidos por la Iglesia y transformados o asimilados en nuevas versiones que fusionan en muchos casos los mitos paganos y cristianos. Pero por más “deslavadas” que hayan quedado las celebraciones o tradiciones originales (según algunos), parte de su esencia permanece, presente en los ritos y tradiciones populares locales modernas (aunque no sepamos qué rayos significa, desde luego). Yo me pregunto ¿qué tal si la celebración de estas fiestas, aunque sea en versión moderna y desteñida y fusionada y disfrazada, continúa conservando poder suficiente para hacer que el mundo no se vuelva loco? ¿Qué tal si queda algo de poder, por más pequeño que parezca, que nos permite en cierto modo reconectar con la energía primigenia que fue honrada en un inicio? Y ¿qué tal sí es el acto de recordar o celebrar estos eventos y fechas, en cualquier modo, ayuda en efecto a que el cambio en los ciclos de la naturaleza sea un poco más fluido, ya saben, en el sentido de “todos estamos conectados”?

Pero más allá del debate de “los cristianos se apropiaron de mi fiesta” vs. “las fiestas contienen poder en sí mismas y nadie se los va a quitar por más que las transformen”, mi pregunta original sigue en pie, a riesgo de sonar insistente y repetitivo: ¿Por qué deberíamos celebrar los Sabbats? Nosotros, paganos y magos estudiosos y pendientes de los avances científicos, exploradores de los corredores y pasadizos de los templos virtuales de Facebook y Twitter y usuarios de tecnologías que los ancestros del pasado (sé que parece un error de redundancia terrible hablar de “ancestros del pasado”, pero créeme que tengo mis motivos para hacerlo…aunque tal vez sea mejor explicarlos en otra ocasión) ni siquiera habrían soñado. Los avances tecnológicos y descubrimientos en el campo de la ciencia pueden hacer que nos resulte más difícil aceptar la justificación de “si no celebras los Sabbats, el mundo se destruye,” por lo que el cuestionamiento de estos temas es una posibilidad que en un momento u otro podemos enfrentar.    

Una primera idea, como se insinúa líneas más arriba, es que las fechas o festividades en efecto sí son indicadores de cambios de poder y energía que ayudan a mantener el balance de la naturaleza – o ayudan a expresarlo. Mi hipótesis, por si no les parece aún lo suficientemente arcaica o “poco acorde con los tiempos modernos”, es que en algún nivel el ser humano siempre ha sido capaz de percibir estos aspectos, motivo por el cual las festividades antiguas nunca llegaron a desaparecer del todo: en el inconsciente colectivo habría quedado grabada la información de que, en determinados momentos del año existía la posibilidad de conectar con las mareas de poder del mundo y trabajar con ellas en diferentes formas y estilos. (¿Habrían tenido algún temor inconsciente de que al eliminar por completo todo rastro de una celebración, realmente estarían arruinándola en grande?? Esto, desde luego, sin negar que la asimilación de festividades paganas fue una excelente estrategia de conversión. Tampoco sirve de nada negar lo obvio. ¿Tal vez fue una combinación de ambas cosas?)

Una ampliación- e incluso desarrollo - de esta idea es que celebración de un Sabbat es una forma en que la energía del ser humano se sincroniza con la marea de la vida para vibrar al unísono, puesto que los lazos entre el hombre y todo ser viviente con el universo se fortalecen, recuperando el sentido del balance1. Debo decir que ésta es la mejor explicación que haya leído hasta el momento acerca de lo que ocurre en estos casos. Pero aunque, personal ente, la sintonía con el Todo me resulta  un motivo suficientemente válido para celebrar un Sabbat, reconozco que puede no satisfacer a todas las mentes curiosas.

Un segundo motivo se concentra sobretodo en el sentido religioso de las celebraciones, al señalar que los Sabbats son representaciones de los ciclos divinos y de las historias sagradas de los dioses venerados y adorados por los paganos.  Esto en muchos casos, y de manera obvia, es un motivo de peso principalmente entre los practicantes de las religiones que aceptan la magia, como la Wicca.

Para los no wiccanos – o simplemente para aquellos que preferirían tener resultados un poco más fáciles de medir y observar, o que al final de cuentas son más pragmáticos - puede existir una tercera posibilidad, curiosamente relacionada a la idea de conexión con la totalidad. Algunos creen que aquellos que celebran un ciclo completo de Sabbats observan un crecimiento y fortalecimiento en sus poderes y habilidades mágicas. Se cree que esto es una forma de regalo dado por la Diosa a los practicantes mágicos2. Esta creencia también se aplica a la celebración de las lunas del año. Aunque no sé si se trate de una norma, sí he observado que después de varias celebraciones, mi intuición se hacía más precisa.

Pero bueno…aceptando que en efecto hay un elemento de poder tangible en determinados momentos del año y que celebrar los cambios estacionales no es sólo una forma de “sentirse bien” al más puro estilo hippie (aunque reconozco cierta simpatía personal hacia dicho movimiento), y que tampoco se limita a una mera  “respuesta  a la necesidad psicológica del ritual como una forma  de psicodrama que intenta honrar las costumbres de los antepasados…” o algo por el estilo (nota: NO TENGO NADA EN CONTRA DEL PSICODRAMA. En buenas manos y usado por un profesional calificado, preparado y competente puede ser una herramienta increíble de sanación. Lo que me incomoda un poco es cuando intentan presentarlo como la única explicación a todos los procesos mágicos existentes en este y otros universos)… ¿cómo rayos celebro un Sabbat pagano? Si existe tal marea de poder natural en movimiento que puede ser contactada… ¿Cómo le hago para establecer contacto?

No ofreceré rituales específicos al respecto – al menos no en esta entrada, aunque me parece que vale la pena  señalar que en el futuro sí me gustaría compartir algunos trabajos y prácticas que pueda llevar a cabo -, pero supongo que podemos explorar juntos algunas ideas y posibilidades al respecto, ¿te parece?

Algunos puntos que he encontrado útiles acerca de la celebración de un Sabbat están a continuación. Espero no herir tu lógica si encuentras que algunas observaciones resultan aparentemente obvias. Si tienes alguna idea que encuentras importante y no la ves reflejada aquí, escríbeme, que será de seguro un aprendizaje.

  • Considera qué ocurre en un Sabbat. Como ya se mencionó, durante los Sabbats se presentan cambios en las corrientes energéticas. En un sentido más específico, cada fecha o celebración incluye un aspecto específico de dicho movimiento energético. ¿Acaso la energía del mundo subterráneo asciende al mundo de los cielos? ¿O tal vez la energía de los mundos de Arriba y de Abajo convergen en el Mundo de en Medio? (siguiendo la perspectiva chamánica). Los mitos dan pistas al respecto en múltiples niveles, y pueden servir como guía tanto para entender los misterios relacionados con un Dios o Diosa determinados como para comprender mejor el flujo energético a nuestro alrededor.

  • Reconoce la fecha que vas a celebrar. Ésta parece obvia, pero ha causado más de un dolor de cabeza en la comunidad pagana. Por su misma naturaleza, es importante que la celebración de un Sabbat siga el flujo de las corrientes que nos rodean. Por lo tanto, es de infinita ayuda que las fechas de los mismos sigan un orden acorde al hemisferio en que vivimos. Si te la impresión de que exagero, permíteme ilustrarte. Por ejemplo, está Samhain, la fiesta de los muertos y el año nuevo mágico. En el hemisferio norte cae en el 31 de octubre  y con toda la tradición a su alrededor en la actualidad (fiestas de disfraces por Halloween, Día de los Muertos y demás) tiene mucho sentido celebrarla e identificarla en esas fechas. Pero en el hemisferio sur, a causa de todo el tema estacional, las energías de Samhain no se estarían manifestando sino hasta finales de abril e inicios de mayo! Algo similar sucede con las fechas de los otros Sabbats, que necesitan adaptarse según el hemisferio, conservando el sentido estacional. Pero para los amantes de la astrología, que toman en cuenta las posiciones del sol a lo largo del zodiaco como indicadores del inicio de las estaciones y de las fechas de los Sabbats, quizás les funciona mejor conservar las “fechas originales.” He escuchado al menos de un coven que recomendaba celebrar la Rueda del Año en modo “mixto”: fechas de solsticios y equinoccios en las fechas del hemisferio Sur, y Grandes Sabbats (Beltane, Lammas, Samhain e Imbolc) en las fechas del hemisferio Norte. Realmente desconozco sus resultados. Si les funciona, genial, pero reconozco que en este momento intentar seguir ese ritmo me ocasionaría un dolor de cabeza.
  • Observa la naturaleza a tu alrededor – observa lo que hay a tu disposición y reconoce la manifestación única de la fuerza de la naturaleza en el lugar en donde vives. Lo que se traduce del siguiente modo: si vives en un lugar en donde no cae la nieve en invierno, intenta no incluir una plegaria que comience con “Tú que cubres con tu manto blanco de nieve estas tierras, oh Diosa”. (vamos, que TODOS conocemos a alguien a quien le ha pasado eso…o incluso hemos sido nosotros al inicio de nuestras prácticas quienes hemos recitado alguna invocación parecida, aunque nos dé vergüenza admitirlo). Por más que en otras zonas sí caiga nieve en invierno – y la diosa de la naturaleza controle dicho proceso… si en tu zona no nieva, no creo que te sirva de mucho el cántico. Esto puede pasar también cuando intentas seguir los nombres de las lunas para los esbats. Todo va bien hasta que llegas a la luna del salmón y te das cuenta de que en tu zona no hay salmones en los ríos (y el río de la ciudad tiene un nivel de limpieza ligeramente dudoso). Admito que toco piel sensible en este punto, motivo de debate acalorado, pero ¿acaso no es de ayuda cuestionar las cosas?  Ahora que si logras hacer nevar en una zona donde geográfica y climatológicamente hablando no ocurre nunca tal cosa en invierno… ¡mis respetos, hombre! Y en dicho caso, siéntete libre de usar todas las referencias al invierno nevado que desees.

  • Conecta con la energía del evento. Esto es lo que emociona a todo el mundo. Es la celebración
    propiamente dicha. Generalmente se traduce en rituales. Es tal vez de las formas más frecuentes  de honrar y conectar con la energía del Sabbat, además de ser muy eficaz. Además de los rituales, también existen otras opciones: puedes hacer una meditación guiada – en solitario o en grupo – a fin de comprender mejor los misterios del Sabbat. Si sabes cómo, puedes realizar un viaje chamánico a alguno de los tres mundos con diferentes objetivos en mente (contactar con un dios o diosa conectado a la festividad, explorar y observar los intercambios de energía entre los Tres Mundos, obtener sabiduría acerca de cómo las energías del Sabbat influyen en tu vida, o en cómo puedes canalizarlas a tus proyectos…). No necesita ser demasiado elaborado. A veces creemos que por tratarse de una celebración de esa clase (lo que me gusta a veces llamar “evento categoría Sabbat”) necesita ser lo más complejo y estructurado posible – y más aún. Tal vez recién estés comenzando en tu camino y no conozcas  mucho sobre estructuras rituales complejas, o tal vez no cuentas con demasiada privacidad, o tal vez sólo dispones de una pausa de media hora para almorzar que decides aprovechar para esta ocasión. El acto de prender una varilla de incienso y una vela y repetir varias veces que deseas vibrar en armonía con dicho Sabbat puede ser en sí mismo un poderoso ritual.3

  • No te limites a un solo día. Digamos que nos quedamos dormidos. O digamos que el apretado horario no nos permite hacer demasiados malabares con nuestro tiempo. Si bien el día en que se celebra el Sabbat es cuando la energía pareciera sentirse con más fuerza (si es porque realmente es como está diseñado o porque en ese día nos encontramos más receptivos aún no lo tengo del todo claro). Pero podemos celebrar dicho movimiento energético la noche precedente o incluso un par de días después de la fecha tradicionalmente establecida (sin exagerar demasiado en la distancia de las fechas, desde luego). Se me ocurre que podría ser un poco más fácil hacer la celebración después de la fecha en lugar de realizarla antes. Supongo que esto es porque la energía que se honra ya está presente y por lo tanto es más fácil contactarla. Pero es sólo una idea que si deseas puedes poner en práctica o si prefieres, dejarla pasar. Lo que sí es cierto es que los días siguientes al Sabbat el flujo energético se puede seguir percibiendo, por lo que puedes continuar sintonizando con él y experimentar algunas técnicas que tal vez no tuviste oportunidad de poner en práctica en la celebración “central”: tal vez un cántico, o un incienso y aceite que has preparado para tal ocasión. Hay mucha gente que tiene una celebración grupal un día y una celebración personal o más privada la noche siguiente. Creo que es mejor tres celebraciones pequeñas y que conecten con el espíritu o a una única celebración confusa que intente reunir TODAS las cosas que queremos aplicar para una fecha.
Antes de despedirme, quisiera hacer un comentario final. Este artículo se basa en el supuesto de que todos los que lo lean celebran los Sabbats de brujería en un modo u otro. Pero ¿qué tal si algún practicante no lo hace? Es alguien dedicado al Arte mágico y es un estudiante sincero que ha leído e incluso participado en varias oportunidades de celebraciones paganas y de Sabbats, pero que ha descubierto que no logra conectar con la tradición de festejar la Rueda del Año. En ese caso, podría identificar cómo es que conecta con la energía natural. ¿Qué experiencias tiene al respecto? ¿Qué efectos percibe que la naturaleza ejerce a su alrededor? ¿Qué necesita ser honrado?  De nuevo, tal vez su práctica no se adecue a los principios establecidos, pero ¿no valdría la pena explorar esa posibilidad?

Practicante de artes mágicas

  1. Leek, S. (1990) Arte completo de la brujería. Edicomunicación: Barcelona.
  2. Penczak, C. (2004). The outer temple of witchcraft. Llewellyn: Woodbury, MN.
  3. Penczak, C. (2002) The inner temple of witchcraft. Llewellyn: Woodbury, MN

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