Hace poco tuvo lugar el Sabbat de
Solsticio de Invierno (o Verano, si vives en el Hemisferio Norte). Por lo que
me hice la pregunta que, honestamente, cada cierto tiempo me formulo: ¿por qué
celebramos los Sabbats de Brujería?
En serio. ¿Por qué deberíamos
hacerlo? Entiendo que en el pasado las
diferentes culturas tenían celebraciones que marcaban los cambios en las
estaciones y los periodos de cosecha y fertilidad. Tenían la creencia de que,
por ejemplo, si no festejaban el solsticio de invierno (que hace poco tuvo
lugar en nuestro hemisferio), entonces el sol no volvería a aparecer en los
cielos, la luz no volvería a la tierra y la vida desaparecería en medio de la
oscuridad absoluta. Hay que admirar a los muchachos por su convicción en la
importancia de las celebraciones.
Pero ya estamos en el siglo XXI.
Las culturas antiguas paganas desaparecieron. Sabemos que el sol volverá a
salir por el horizonte. Sabemos que habrá una cosecha. Sabemos que al invierno
le sigue la primavera. Y sabemos que el mundo no desaparecerá si dejamos de
celebrar las festividades… ¿lo sabemos, acaso?
En este mismo instante me doy
cuenta de que una idea se ha filtrado en mis pensamientos, precisamente
relacionada al tema de que los Sabbats – o las festividades en las cuales los Sabbats
tienen su origen – ya no son celebradas. Cierto es que los festivales fueron
absorbidos por la Iglesia y transformados o asimilados en nuevas versiones que
fusionan en muchos casos los mitos paganos y cristianos. Pero por más
“deslavadas” que hayan quedado las celebraciones o tradiciones originales
(según algunos), parte de su esencia permanece, presente en los ritos y
tradiciones populares locales modernas (aunque no sepamos qué rayos significa,
desde luego). Yo me pregunto ¿qué tal si la celebración de estas fiestas,
aunque sea en versión moderna y desteñida y fusionada y disfrazada, continúa
conservando poder suficiente para hacer que el mundo no se vuelva loco? ¿Qué
tal si queda algo de poder, por más pequeño que parezca, que nos permite en
cierto modo reconectar con la energía primigenia que fue honrada en un inicio? Y
¿qué tal sí es el acto de recordar o celebrar estos eventos y fechas, en
cualquier modo, ayuda en efecto a que el cambio en los ciclos de la naturaleza
sea un poco más fluido, ya saben, en el sentido de “todos estamos conectados”?
Pero más allá del debate de “los
cristianos se apropiaron de mi fiesta” vs. “las fiestas contienen poder en sí
mismas y nadie se los va a quitar por más que las transformen”, mi pregunta
original sigue en pie, a riesgo de sonar insistente y repetitivo: ¿Por qué
deberíamos celebrar los Sabbats? Nosotros, paganos y magos estudiosos y
pendientes de los avances científicos, exploradores de los corredores y
pasadizos de los templos virtuales de Facebook y Twitter y usuarios de
tecnologías que los ancestros del pasado (sé que parece un error de redundancia
terrible hablar de “ancestros del pasado”, pero créeme que tengo mis motivos
para hacerlo…aunque tal vez sea mejor explicarlos en otra ocasión) ni siquiera
habrían soñado. Los avances tecnológicos y descubrimientos en el campo de la
ciencia pueden hacer que nos resulte más difícil aceptar la justificación de
“si no celebras los Sabbats, el mundo se destruye,” por lo que el cuestionamiento
de estos temas es una posibilidad que en un momento u otro podemos enfrentar.
Una primera idea, como se insinúa
líneas más arriba, es que las fechas o festividades en efecto sí son
indicadores de cambios de poder y energía que ayudan a mantener el balance de
la naturaleza – o ayudan a expresarlo. Mi hipótesis, por si no les parece aún
lo suficientemente arcaica o “poco acorde con los tiempos modernos”, es que en
algún nivel el ser humano siempre ha sido capaz de percibir estos aspectos,
motivo por el cual las festividades antiguas nunca llegaron a desaparecer del
todo: en el inconsciente colectivo habría quedado grabada la información de que,
en determinados momentos del año existía la posibilidad de conectar con las
mareas de poder del mundo y trabajar con ellas en diferentes formas y estilos. (¿Habrían
tenido algún temor inconsciente de que al eliminar por completo todo rastro de
una celebración, realmente estarían arruinándola en grande?? Esto, desde luego,
sin negar que la asimilación de festividades paganas fue una excelente
estrategia de conversión. Tampoco sirve de nada negar lo obvio. ¿Tal vez fue
una combinación de ambas cosas?)
Una ampliación- e incluso
desarrollo - de esta idea es que celebración de un Sabbat es una forma en que
la energía del ser humano se sincroniza con la marea de la vida para vibrar al
unísono, puesto que los lazos entre el hombre y todo ser viviente con el
universo se fortalecen, recuperando el sentido del balance1. Debo
decir que ésta es la mejor explicación que haya leído hasta el momento acerca
de lo que ocurre en estos casos. Pero
aunque, personal ente, la sintonía con el Todo me resulta un motivo suficientemente válido para
celebrar un Sabbat, reconozco que puede no satisfacer a todas las mentes
curiosas.
Un segundo motivo se concentra
sobretodo en el sentido religioso de las celebraciones, al señalar que los
Sabbats son representaciones de los ciclos divinos y de las historias sagradas
de los dioses venerados y adorados por los paganos. Esto en muchos casos, y de manera obvia, es
un motivo de peso principalmente entre los practicantes de las religiones que
aceptan la magia, como la Wicca.
Para los no wiccanos – o
simplemente para aquellos que preferirían tener resultados un poco más fáciles
de medir y observar, o que al final de cuentas son más pragmáticos - puede
existir una tercera posibilidad, curiosamente relacionada a la idea de conexión
con la totalidad. Algunos creen que aquellos que celebran un ciclo completo de
Sabbats observan un crecimiento y fortalecimiento en sus poderes y habilidades
mágicas. Se cree que esto es una forma de regalo dado por la Diosa a los
practicantes mágicos2. Esta creencia también se aplica a la
celebración de las lunas del año. Aunque no sé si se trate de una norma, sí he
observado que después de varias celebraciones, mi intuición se hacía más
precisa.
Pero bueno…aceptando que en
efecto hay un elemento de poder tangible en determinados momentos del año y que
celebrar los cambios estacionales no es sólo una forma de “sentirse bien” al
más puro estilo hippie (aunque reconozco cierta simpatía personal hacia dicho movimiento), y que tampoco se limita a una mera “respuesta a la necesidad psicológica del ritual como una
forma de psicodrama que intenta honrar
las costumbres de los antepasados…” o algo por el estilo (nota: NO TENGO NADA EN CONTRA DEL PSICODRAMA. En buenas manos y
usado por un profesional calificado, preparado y competente
puede ser una herramienta increíble de sanación. Lo que me incomoda un poco es
cuando intentan presentarlo como la única explicación a todos los procesos
mágicos existentes en este y otros universos)… ¿cómo rayos celebro un Sabbat
pagano? Si existe tal marea de poder natural en movimiento que puede ser
contactada… ¿Cómo le hago para establecer contacto?
No ofreceré rituales específicos
al respecto – al menos no en esta entrada, aunque me parece que vale la
pena señalar que en el futuro sí me
gustaría compartir algunos trabajos y prácticas que pueda llevar a cabo -, pero
supongo que podemos explorar juntos algunas ideas y posibilidades al respecto,
¿te parece?
Algunos puntos que he encontrado
útiles acerca de la celebración de un Sabbat están a continuación. Espero no
herir tu lógica si encuentras que algunas observaciones resultan aparentemente
obvias. Si tienes alguna idea que encuentras importante y no la ves reflejada
aquí, escríbeme, que será de seguro un aprendizaje.
- Considera qué ocurre en un Sabbat. Como ya se mencionó, durante los Sabbats se presentan cambios en las corrientes energéticas. En un sentido más específico, cada fecha o celebración incluye un aspecto específico de dicho movimiento energético. ¿Acaso la energía del mundo subterráneo asciende al mundo de los cielos? ¿O tal vez la energía de los mundos de Arriba y de Abajo convergen en el Mundo de en Medio? (siguiendo la perspectiva chamánica). Los mitos dan pistas al respecto en múltiples niveles, y pueden servir como guía tanto para entender los misterios relacionados con un Dios o Diosa determinados como para comprender mejor el flujo energético a nuestro alrededor.
- Reconoce la fecha que vas a celebrar. Ésta parece obvia, pero ha causado más de un dolor de cabeza en la comunidad pagana. Por su misma naturaleza, es importante que la celebración de un Sabbat siga el flujo de las corrientes que nos rodean. Por lo tanto, es de infinita ayuda que las fechas de los mismos sigan un orden acorde al hemisferio en que vivimos. Si te la impresión de que exagero, permíteme ilustrarte. Por ejemplo, está Samhain, la fiesta de los muertos y el año nuevo mágico. En el hemisferio norte cae en el 31 de octubre y con toda la tradición a su alrededor en la actualidad (fiestas de disfraces por Halloween, Día de los Muertos y demás) tiene mucho sentido celebrarla e identificarla en esas fechas. Pero en el hemisferio sur, a causa de todo el tema estacional, las energías de Samhain no se estarían manifestando sino hasta finales de abril e inicios de mayo! Algo similar sucede con las fechas de los otros Sabbats, que necesitan adaptarse según el hemisferio, conservando el sentido estacional. Pero para los amantes de la astrología, que toman en cuenta las posiciones del sol a lo largo del zodiaco como indicadores del inicio de las estaciones y de las fechas de los Sabbats, quizás les funciona mejor conservar las “fechas originales.” He escuchado al menos de un coven que recomendaba celebrar la Rueda del Año en modo “mixto”: fechas de solsticios y equinoccios en las fechas del hemisferio Sur, y Grandes Sabbats (Beltane, Lammas, Samhain e Imbolc) en las fechas del hemisferio Norte. Realmente desconozco sus resultados. Si les funciona, genial, pero reconozco que en este momento intentar seguir ese ritmo me ocasionaría un dolor de cabeza.
- Observa
la naturaleza a tu alrededor – observa lo que hay a tu disposición y
reconoce la manifestación única de la fuerza de la naturaleza en el lugar
en donde vives. Lo que se traduce del siguiente modo: si vives en un lugar
en donde no cae la nieve en invierno, intenta no incluir una plegaria que
comience con “Tú que cubres con tu manto blanco de nieve estas tierras, oh
Diosa”. (vamos, que TODOS conocemos a alguien a quien le ha pasado eso…o
incluso hemos sido nosotros al inicio de nuestras prácticas quienes hemos
recitado alguna invocación parecida, aunque nos dé vergüenza admitirlo).
Por más que en otras zonas sí caiga nieve en invierno – y la diosa de la
naturaleza controle dicho proceso… si en tu zona no nieva, no creo que te
sirva de mucho el cántico. Esto puede pasar también cuando intentas seguir
los nombres de las lunas para los esbats. Todo va bien hasta que llegas a
la luna del salmón y te das cuenta de que en tu zona no hay salmones en
los ríos (y el río de la ciudad tiene un nivel de limpieza ligeramente dudoso).
Admito que toco piel sensible en este punto, motivo de debate acalorado,
pero ¿acaso no es de ayuda cuestionar las cosas? Ahora que si logras hacer nevar en una
zona donde geográfica y climatológicamente hablando no ocurre nunca tal
cosa en invierno… ¡mis respetos, hombre! Y en dicho caso, siéntete libre
de usar todas las referencias al invierno nevado que desees.
- Conecta
con la energía del evento. Esto es lo que emociona a todo el mundo. Es la
celebración
propiamente dicha. Generalmente se traduce en rituales. Es tal
vez de las formas más frecuentes de
honrar y conectar con la energía del Sabbat, además de ser muy eficaz. Además
de los rituales, también existen otras opciones: puedes hacer una meditación
guiada – en solitario o en grupo – a fin de comprender mejor los misterios
del Sabbat. Si sabes cómo, puedes realizar un viaje chamánico a alguno de
los tres mundos con diferentes objetivos en mente (contactar con un dios o
diosa conectado a la festividad, explorar y observar los intercambios de
energía entre los Tres Mundos, obtener sabiduría acerca de cómo las
energías del Sabbat influyen en tu vida, o en cómo puedes canalizarlas a
tus proyectos…). No necesita ser demasiado elaborado. A veces creemos que
por tratarse de una celebración de esa clase (lo que me gusta a veces
llamar “evento categoría Sabbat”) necesita ser lo más complejo y estructurado
posible – y más aún. Tal vez recién estés comenzando en tu camino y no
conozcas mucho sobre estructuras
rituales complejas, o tal vez no cuentas con demasiada privacidad, o tal
vez sólo dispones de una pausa de media hora para almorzar que decides
aprovechar para esta ocasión. El acto de prender una varilla de incienso y
una vela y repetir varias veces que deseas vibrar en armonía con dicho Sabbat
puede ser en sí mismo un poderoso ritual.3
- No te
limites a un solo día. Digamos que nos quedamos dormidos. O digamos que el
apretado horario no nos permite hacer demasiados malabares con nuestro
tiempo. Si bien el día en que se celebra el Sabbat es cuando la energía
pareciera sentirse con más fuerza (si es porque realmente es como está
diseñado o porque en ese día nos encontramos más receptivos aún no lo
tengo del todo claro). Pero podemos celebrar dicho movimiento energético
la noche precedente o incluso un par de días después de la fecha
tradicionalmente establecida (sin exagerar demasiado en la distancia de
las fechas, desde luego). Se me ocurre que podría ser un poco más fácil
hacer la celebración después de la fecha en lugar de realizarla antes. Supongo
que esto es porque la energía que se honra ya está presente y por lo tanto
es más fácil contactarla. Pero es sólo una idea que si deseas puedes poner
en práctica o si prefieres, dejarla pasar. Lo que sí es cierto es que los
días siguientes al Sabbat el flujo energético se puede seguir percibiendo,
por lo que puedes continuar sintonizando con él y experimentar algunas
técnicas que tal vez no tuviste oportunidad de poner en práctica en la
celebración “central”: tal vez un cántico, o un incienso y aceite que has
preparado para tal ocasión. Hay mucha gente que tiene una celebración grupal
un día y una celebración personal o más privada la noche siguiente. Creo que
es mejor tres celebraciones pequeñas y que conecten con el espíritu o a
una única celebración confusa que intente reunir TODAS las cosas que
queremos aplicar para una fecha.
Antes de despedirme, quisiera
hacer un comentario final. Este artículo se basa en el supuesto de que todos
los que lo lean celebran los Sabbats de brujería en un modo u otro. Pero ¿qué
tal si algún practicante no lo hace? Es alguien dedicado al Arte mágico y es un
estudiante sincero que ha leído e incluso participado en varias oportunidades
de celebraciones paganas y de Sabbats, pero que ha descubierto que no logra conectar
con la tradición de festejar la Rueda del Año. En ese caso, podría identificar
cómo es que conecta con la energía natural. ¿Qué experiencias tiene al
respecto? ¿Qué efectos percibe que la naturaleza ejerce a su alrededor? ¿Qué
necesita ser honrado? De nuevo, tal vez
su práctica no se adecue a los principios establecidos, pero ¿no valdría la
pena explorar esa posibilidad?
Practicante de artes mágicas
- Leek,
S. (1990) Arte completo de la brujería.
Edicomunicación: Barcelona.
- Penczak, C. (2004). The outer temple of witchcraft. Llewellyn: Woodbury, MN.
- Penczak, C. (2002) The inner temple of witchcraft. Llewellyn: Woodbury, MN
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