13 de febrero de 2012

LA FEMINIDAD CONDENADA





Durante la Edad Media se dijo que las mujeres eran débiles de fe solo la palabra fémina etimológicamente significaba fe minus, es decir, menor en fe, Se ha dicho que la época más caracterizada por el pensamiento antifeminista fue la Edad Media. Aunque ha sido difícil definir la historia de las mujeres en esta época debido a su ausencia en las fuentes escritas, lo que se sabe es a través de los escritos masculinos. De ellos se ha deducido que la mujer medieval fue caracterizada como un símbolo de pecado. Durante el Medioevo la sociedad era una sociedad agraria al servicio de la Iglesia que expresó una constante lucha y temor hacia lo demoníaco y bueno claro que también una atracción mórbida y ya que el demonio estaba estrechamente relacionado con la feminidad bueno… las mujeres fueron especialmente las víctimas. La principal justificación fue el pecado original, la mujer era la heredera de Pandora (para los griegos) o de Eva (para los judíos). A raíz de la traición de Eva en los jardines del Edén se concibió a la mujer como la causante de todos los males de la humanidad. Se creía que las mujeres eran personajes secundarios, naturalmente débiles, tentadas a la maldad y culpables de la mortalidad de los seres humanos. Por ejemplo Tertuliano la definió como la puerta del infierno, San Clemente dijo que toda mujer debía avergonzarse de su sexo, San Juan Crisóstomo denominado Padre de la Iglesia, dijo que la mujer era la enemiga de la amistad, un mal necesario y un peligro doméstico, y San Agustín impuso la idea del pecado original. 
Durante la Edad Media en Occidente la mujer fue vista a través de un doble símbolo o personificación, El pensamiento medieval no concebía al mundo como una unidad sagrada, por el contrario, era un mundo dividido en dos polos, el de Dios, el bueno, y el del diablo el malo. Para que una mujer hiciera parte del primero debía emular a la Virgen María, que era la contradicción del ideal femenino de las primeras civilizaciones puesto que suponía la procreación como salvación del pecado y la virginidad como virtud suprema; también buscaba callar y represar las emociones, sentimientos y deseos de las mujeres. Condenaba la sexualidad y el amor y placer carnal, se decía que “el placer sentido por las mujeres procedía, sin duda, de una naturaleza especial, era un goce cercano al que debían sentir las serpientes, un goce rastrero, sordo, venenoso, pérfido.” Las mujeres fueron condenadas por su sexo y fue tarea de los hombres controlarlas e incluso castigarlas por ser un problema para la sociedad, sin embargo, entre los siglos XIII y XV los historiadores han dicho que se presentó un fenómeno en el que las mujeres decían tener contacto directo con Dios, decían ser invadidas y transportadas por Él. Este entusiasmo profundo se manifestó de distintas formas: las visionarias (anunciaban el futuro que Dios les había revelado), las prometidas de Cristo, las enamoradas de Jesús (amor erótico), las que tenían estigmas (mística de la pasión), y las que abusaban de la comunión. Estas mujeres querían defender la posibilidad de explorar y profundizar la fe, pero debido a que la Iglesia no admitía esto pues se reconocía a ella misma como la única capaz de transmitir y ofrecer sabiduría, la Iglesia tomó una actitud de desconfianza, incomprensión y rechazo hacia aquellas “jovencitas exaltadas e incultas” y nació la bruja. La bruja es la estigmatización de la mujer como la portadora de un mal congénito. Es una condena nacer mujer, es una condena querer ser una mujer sabia y autónoma, es una condena porque la mujer siempre será la sospechosa debido a su naturaleza y trabajo

 Debido a que toda forma de poder femenino pasó a ser maleficio, los hombres le temían a la feminidad. Para acabar con el miedo o por lo menos ocultarlo sin demostrar cobardía, los hombres demonizaron la fuente de temor, y como todo lo demoníaco hay que acabarlo y rechazarlo, subyugaron y condenaron a las mujeres en quienes la demoníaca feminidad era más evidente obviamente les parecía mas fácil echarle la culpa a la mujer de sus propias desviaciones sexuales (y asi también nacieron súcubos e íncubos). La iglesia consideraba a las mujeres proclives a la brujería por ser las predilectas del diablo, las veía más vulnerables al pecado, en especial a la lujuria y la infidelidad. La belleza era la herramienta para engañar y su trabajo el medio para lograrlo ya que eran comadronas, consejeras en asuntos amorosos, preparaban la comida, elaboraban medicinas utilizando la naturaleza y cuidaban a los niños y enfermos. El hombre siempre ha asociado con la mujer todo aquello que le es ajeno a él, lo que no puede aprehender o comprender. Fue así como lo sobrenatural y el misterio de la vida encarnaron en la mujer nuevamente, ella era la responsable de la generación y muerte de todo y por eso adoraron su fertilidad y temieron su carácter y conocimiento. No obstante, ella también encarnaba todo lo que el hombre no podía o no quería ser. Se fue fortaleciendo una concepción dualista del mundo, hombre y mujer. Mientras el primero se reconocía con la racionalidad, la segunda fue asociada con la volubilidad y frivolidad. 
Todo lo que representara un ciclo continuo era femenino como lo fue en antaño; lo que aparece y desaparece, lo primigenio y lo eterno. Lo masculino, por el contrario, era lo trascendente, lo que penetraba lo esférico. Los conceptos masculino y femenino abarcan mucho más que a hombres y mujeres, también se refieren a circunstancias sociales, épocas, acciones o roles, entre otros. Algunas feministas señalan que el capitalismo y la guerra son conductas masculinas. Desde la antigüedad se les ha reconocido a los hombres por su racionalidad, ello implica el rechazo de sentimientos y el predominio de “valores objetivos”, como la riqueza, el poder, la individualidad y la competencia. Basados en estos valores se desarrollan actividades como la guerra y el capitalismo. la reciente y persistente irrupción femenina en la ideología patriarcal, ha llevado a que autores como Whitmont denominen la época actual como El retorno de la diosa, pues la mujer intenta romper con la concepción masculina exclusiva del mundo y darle a éste un poco de feminidad como la que existió milenios atrás, sin embargo ahora el problema contra la mujer no es el hombre sino la mujer misma, si bien las cosas han cambiado radicalmente en el prototipo de la mujer y los movimientos feministas han abolido la serie de injurias estúpidas que se tenia contra nuestro genero , manejar la nueva libertad y la posibilidad de fusionar arquetipos es un extenso trabajo interno y por mucho que se intente las nuevas libertades pueden convertirse en oscuros conflictos cargados de frustración y despecho donde una se cree mas mujer mientras mas odia y reprocha el pasado masculino, pero ¿Qué es lo femenino ahora? ¿Qué es una mujer ahora? ¿de verdad se necesita continuar recordando con dolor un pasado que ya paso? El problema para mi es que la feminidad sigue siendo condenada pues la mayor parte de mujeres o caen en l posición del hombre y permanece en ellas un desprecio de sus propios valores como mujer y la negación de la Diosa interna con un desprecio oculto, no! No eres menos mujer porque usas pantalones! Hablar como camionero borracho tampoco te quitara el estigma de ser mujer y nada fructificara  si te quedas atrapada en la imitación inconsciente de los hombres o en la identificación  con la masculinidad y por otro lado la remerita de Hello Kitty no te hace mas mujer y no eres una bruja por que simplemente eres mujer (para ser una bruja te lo tienes que ganar), eres mujer y punto, con los defectos que eso incluye, las bendiciones y las herencias culturales que tenemos , explorarse y aceptarse a si misma, vestirse o hablar de determinada forma no por el efecto que causara eso en los demás sino porque así te nace, ser una bruja no por escuchar el debate que se arma en torno a ti y la parafernalia (la maldita parafernalia!) constante, si no porque así eres y eso quieres ser , eres mujer y punto  y expresarlo como mejor te da la gana pues es una libertad ganada y merecida que ha costado años conseguir pero que el actualmente popular machismo con faldas o la deprimente esclavitud  consentida, por mas grado de liberación que el mundo externo pueda haber desarrollado no hará otra cosa que continuar nuestra condena.

 Lumena

1 comentario:

  1. Un articulo excelente sobre el propio sometimiento de la mujer actual al dictado de la imitación hacia el hombre o el sometimiento a la agresividad, si mantienes los valores exclusivamente femeninos...desgraciadamente, hemos de luchar día a día por demostrar que somos, si no mejores, al menos iguales pero con mucho mayor esfuerzo que el hombre quien tiene la aceptación social tan sólo por ser

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