DE LA MADRE A LA DONCELLA
Según investigadores la figura femenina de la diosa
surgió hace más de 20.000 años en las primeras comunidades que poblaron la
Tierra. Se han hallado vestigios que datan de esa época, que indican que la
mujer fue venerada por sus cualidades reproductivas como por ejemplo las
estatuillas conocidas hoy en día como Venus Paleolíticas, tienen los atributos
femeninos exageradamente marcados (los senos, el vientre grávido, las caderas,
la vulva) y esto sustenta la idea de que la figura cosmogónica central o fuerza
procreadora del universo fue personificada en una figura de mujer, una diosa de
cuyo útero divino todo nacía y al que todo regresaba para ser regenerado y seguir
el ciclo de la naturaleza tan temido e importante en aquella época. La diosa
surgió por el misterio de la sexualidad femenina, el enigma de la concepción y
el parto, la asociación de la periodicidad femenina con el ciclo lunar (casi
todas las mujeres tenemos un ciclo menstrual de 28 días un mes lunar) y la idea
de la naturaleza entendida como unidad sagrada. La diosa fue adorada por su
fecundidad, para que así mismo garantizara la fertilidad de la tierra y
brindara al hombre su sustento, es decir lo considerado masculino la engendraba
continuamente y ella “paria” a su antojo . También representaba el principio
del mundo estructurado, el orden y el equilibrio, y los valores éticos.
Constituyó la explicación de la vida y la muerte y todos los fenómenos cíclicos
de la naturaleza eran su símbolo, se convirtió en mito en muchas culturas
alrededor del mundo pues existió alrededor del mundo, en cada cultura bajo un
nombre diferente pero compartiendo casi siempre las mismas características y
siendo asociada casi siempre a los mismo astros. Era concebida como la madre de
todos los seres, su soberanía se extendía en el infinito del tiempo y del
espacio ya que de ella dependían los seres pasados y futuros. Los hombres se
reconocían como hijos de la naturaleza vinculados con todas las cosas formando
parte del todo sagrado. La diosa engendraba el universo por partenogénesis, no
necesitaba de ningún hombre, solo de la ayuda del cosmos pues en su cuerpo
cósmico se gestaban todos los seres, de él salían y a él volvían para ser
regenerados. Ella simbolizaba por sí misma la unidad del universo y de la vida
y la muerte. Sin embargo, con el paso del tiempo, el desarrollo de la
agricultura y los cambios sociales, las civilizaciones poco a poco fueron
dejando de lado a las mujeres relegándolas a un segundo plano y perdió su
carácter místico, Su papel en la sociedad ha variado conforme al concepto de
mujer (nada mas contrastante que comparar a las sacerdotisas de Innana con las
seguidoras de la virgen María) y ante todo de feminidad. Es así, como se ha desarrollado
el prototipo de mujer y la mujer generalmente lo ha tratado de seguir al pie de
la letra , aunque no es inmutable ya que constantemente se adapta a la realidad
del momento, es interesante ver que en las comunidades prehistóricas las
mujeres fueron veneradas por sus cualidades y muchas centurias después fueron
despreciadas a causa de las mismas. Así como existió un culto a una diosa
creadora del universo, también existió una condena y castigo a la mujer por su
naturaleza. Todavía hoy subsisten ambas creencias mientras la imagen femenina
continúa evolucionando. La mujer fue
víctima de la ideología medieval, su naturaleza fue considerada inferior, débil
y peligrosa, por lo tanto la mujer debía ser condenada y sometida. Se la asoció
con el diablo y la única forma en que podía adquirir el perdón y la salvación
era perseverando en la fe y la castidad. La virginidad fue admirada y la
reproducción fue vista como un castigo y una obligación, en fin la Diosa venerada
antiguamente con todos sus atributos y simbolismos paso a ser una vergüenza
para la mujer y su recuerdo su mayor
castigo durante largo tiempo.
Hoy en día la existencia de las mujeres no se limita a
obedecer a sus características anatómicas o ningún tipo de naturaleza. Es
decir, el sexo ya no determina lo que es una mujer ni representa una forma de
esclavitud. Si bien las mujeres ya no son consideradas seres divinos, tampoco
son vistas como la infamia del mundo. La figura femenina ha evolucionado de
modo que la maternidad siga siendo un acto sublime pero no determinante para la
realización de la mujer como persona. En la actualidad, somos mujeres y punto,
sin que eso nos lleve a tener mas obligaciones de las que queremos aceptar, sin
que eso nos lleve a ser maltratadas con el derecho de vivir una simbiosis de
nuestro pasado como dice el gran cantico a Isis “porque soy la santa y la
prostituta”, así que el re encuentro con la diosa deja de ser una obligación y
se convierte en un derecho, en una elección de sintonizarte con el aspecto de
tu feminidad que te de la gana exaltar
Lumena.
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