9 de mayo de 2012

LO QUE SAMHAIN TRAJO CONSIGO…


Ha pasado algún tiempo desde la vez que escribí acerca de mi trabajo con el libro de “Wicca: un año y un día”, en el que hablé acerca del Cántico Bagabi. La verdad que tuve que ponerlo en pausa por un tiempo, por motivos de fuerza mayor (aunque no es una disculpa que me guste, pero siempre parecieron surgir imprevistos- supongo que el siglo XXI no significa que hayan dificultades para el estudioso de brujería de estos tiempos). De todos modos, hace poco más de una semana pude retomarlo, justo para el periodo de Samhain – ¡oh, coincidencia!
El caso es que entre las actividades de esos días se incluía la planificación de los propios arreglos funerales. Sé que no tiene nada de nuevo ponerse a pensar en la muerte en esas fechas – personalmente, por momentos tengo la impresión de que la muerte ejerce una influencia mucho más poderosa en nuestras acciones de lo que podamos creer -. Pero sin ánimo de sonar morboso – al menos, demasiado morboso -, aquí va mi experiencia con estos ejercicios.
Seré sincero: aunque la práctica está ideada para trabajarla a lo largo de un día, a mi me tomó tres días completarla. Si bien las actividades a realizar eran sencillas, me resulta interesante ver el tiempo que me tomó y considero que la experiencia y reflexión en todo ese tiempo me enseñó  - o volvió a enseñarme – algunas cosas.
La primera actividad consistía en planificar tu funeral: si deseas ser enterrado o cremado, preferencias acerca de las flores y los arreglos necesarios, etc. Inicialmente me resultó un poco extraño hacerlo y no fluían muchas ideas…pero luego, poco a poco, éstas empezaron a fluir y antes de darme cuenta, estaba pensando en qué tipo de música me gustaría para el funeral. Por supuesto, el ejercicio iba más allá – incluía realizar alguna acción práctica sobre tu funeral: escribir tu testamento, alguna carta o discurso que te gustaría que leyeran durante el entierro o funeral, escribir tu epitafio -.  Esta parte me forzó a examinar mucho más detenidamente mis pensamientos y sentimientos. Este ejercicio no es nuevo para mí – es utilizado en dinámicas grupales durante los retiros y se usa para el desarrollo espiritual y el trabajo terapéutico -, pero cada vez que lo haces resulta revelador. Es sorprendente lo que descubres de ti mismo en cada oportunidad que lo llevas a cabo.
Con todo, la parte que me resultó más difícil y la que me tomó más tiempo fue conversar acerca de mis arreglos funerales con otra persona – un amigo, tu pareja, un miembro de tu familia -. ¿Cómo rayos iba a sacar el tema a conversación? (no es algo que puedas abordar en mitad del desayuno) Nunca veía el “momento adecuado” y el sólo hecho de pensar en conversarlo me hacía sentir “raro”.  Al final, me las ingenié y logré tocar el tema con alguien cercano a mí.
De todo esto, aprendí algunas cosas: para empezar, en algunos momentos tendrás que hacer uso de toda tu inventiva e imaginación para encontrar la manera de hacer algo – si quieres meterte en el mundo de la magia, tienes que ser creativo.
Pero además eso – que siempre es importante recordar – he comenzado a entender un poco más algunos aspectos o facetas más personales. Creo que parte del motivo por el que postergaba y me tomaba tiempo para conversar con alguien sobre el tema de mi funeral es porque siempre me parecía “raro” o “macabro.”  Generalmente, la muerte no es algo en lo que mucha gente piense (aunque sigo sosteniendo que ejerce una influencia muy poderosa en nuestras vidas, lo que prometo explicar más abajo).  De hecho, tocar un tema tan intenso y considerado como “macabro” o “extraño” es algo muy ligado a nuestros temores – siendo uno de ellos el temor a ser considerado “diferente” y no ser aceptado por los demás y no pertenecer a algo -. Desafortunadamente – o afortunadamente, según queramos verlo – somos diferentes. Más allá del hecho de que todos los seres humanos somos únicos y tenemos habilidades y limitaciones diversas, hablo del hecho de que nuestros intereses en la brujería, lo mágico, lo paranormal y sobrenatural nos hacen diferentes. Llamamos espíritus e interactuamos con ellos, sanamos con las manos, viajamos entre los mundos y recuperamos información sobre el pasado y el presente y podemos echar un vistazo al futuro – díganme que encajamos en el perfil del típico chico o chica de al lado (de más está decir que esto no es motivo para convertirte en megalómano y desarrollar complejos y trastornos que te conduzcan al área psiquiátrica de un hospital o simplemente a comportarte como un imbécil con un ego más grande que la Muralla China. De lo que hablo es que si eres brujo/mago/ chamán/ hechicero/ asociados, ve haciéndote a la idea de que no le caerás bien a todo el mundo o que no encajarás en todos los grupos J).
Me atrevo a decir que el hecho de hacer esta práctica en Samhain precisamente sólo hizo más profunda la vivencia. Creo que era necesario vivirla en este momento y hacer estos ejercicios en este periodo. Sabemos que la muerte forma parte del ciclo de las cosas y que es uno de los Grandes Misterios de la existencia – pero normalmente es algo que vemos más en teoría. No obstante, su parte en los Misterios hace que sea tan importante poder profundizar en ello. Estos ejercicios, por más básicos que puedan parecer, me resultaron una especie de “sacudida”, en la que ves la vida con una perspectiva distinta, como si fuera la primera vez que la vieras en mucho tiempo. Escribir el discurso/ epitafio trae consigo muchas sorpresas acerca del concepto que tienes de ti mismo, pensar en un testamento te obliga a pensar en cuál es el legado que deseas dejar, y la incomodidad inicial presente al hablar de tu funeral con un amigo o un familiar puede desaparecer para dar paso a una extraña sensación de calma, en cuyo interior entiendes – en un modo en que la teoría y los libros no pueden enseñarte – de que la muerte forma parte del ciclo de todas las cosas, incluyendo el tuyo.
Todos moriremos de algo. Paradójicamente, ser conscientes de nuestra muerte puede mostrarnos que en el gran esquema de las cosas no existe espacio para acciones insulsas o carentes de propósito. Cada fuerza en la naturaleza tiene un propósito y, si esperamos sintonizarnos con Ella, es de gran ayuda entender cuál es el propósito de cada acción que realizamos. Esta, en mi opinión, es una de las lecciones más sorprendentes de la muerte: enseñarnos a comprometernos con lo que vale la pena.
Todas las acciones de un brujo o mago encierran poder – o al menos, ésa es la idea -. ¿Cuál es el poder que trae consigo el realizar estos ejercicios? Considero que se trata de una pregunta muy personal, con una respuesta todavía más personal. Algunas de mis impresiones se encuentran más arriba. Esta experiencia también me mostró, con mucha mayor claridad, lo que deseo en mi vida y lo que quiero lograr y crear con ella. Me recuerda mi mortalidad. Me recuerda que el tiempo es valioso, al igual que mi energía, al igual que el tiempo, la vida y la energía de todos los demás. Me inspira a ir más allá de mis límites. Me ayuda a reflexionar sobre el valor de la vida (sí…ya lo sé…cliché, pero da igual) y a tener presente que es mejor luchar por algo que luchar contra alguien. Pero de nuevo, ésas son sólo mis impresiones. Cada uno tiene sus propios descubrimientos que hacer. Cada uno experimenta de manera única estos misterios. Pero algo que siempre sucede es que, al enfrentarnos a ellos, nuestra visión del mundo cambia. Nosotros cambiamos. Claro que el reto más interesante consiste en traer esos descubrimientos y vivencias a nuestra vida cotidiana. Es ahí que vemos los frutos de nuestro aprendizaje y práctica.
Practicante de Artes Mágicas

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