LA MÍA ES MEJOR QUE LA TUYA: algunas ideas sobre tradiciones, linajes y derivados

Nota: Quiero dejar en claro que en ningún momento mi intención es ofender a alguien, y realmente, espero no hacerlo.  Pero creo necesario tocar algunos puntos que recientemente se han visto avivados en  el internet y el mundo de las redes sociales, blogs, foros y asociados.

El otro día estaba conversando con un amigo sobre meditación, sanación y temas similares. Al rato me hizo una pregunta acerca de qué tan importante sería conocer la tradición o escuela que ha seguido una persona para prepararse en estos temas.  Creo que es una pregunta que vale la pena hacernos cada cierto tiempo.

En sí el tema de las tradiciones y los linajes espirituales – que básicamente se traducen en “mi maestro fue enseñado por tal persona, que a su vez fue iniciada por tal persona, que a su vez se inició en el grupo en el que practicaba el maestro que estableció la tradición que sigo” – no es tema nuevo. Se discute una y otra vez y seguirá siendo discutido por Dios sabe cuánto tiempo más. Puede que en parte sea porque cuando hablamos de tradiciones y de linajes se tocan fibras muy personales, asociadas a nuestras necesidades de pertenencia, a la validez de nuestras prácticas y a nuestro modo de actuar en el mundo mágico. No obstante,  ¿equivale esto a decir que  si pertenezco a una tradición válida, con un linaje reconocido, entonces mi práctica, y por lo tanto yo mismo, tendría un mayor valor?

Vayamos por partes.  Una tradición – que es un término usado especialmente en varias prácticas mágicas, particularmente la Wicca – hace referencia a un conjunto de covens que comparten creencias y un origen o “ascendencia” común -. De este modo, los miembros de la tradición Gardneriana pueden rastrear su origen hasta el mismo Gardner. Lo mismo sucede con los miembros de la tradición Alejandrina, quienes rastrean su origen hasta el mismo Alex Sanders. Saliendo un poco del ‘mundo wiccano’, vemos que, en el caso del Reiki, todos sus practicantes pueden rastrear su ascendencia hasta el mismo Mikao Usui, padre del actual sistema de sanación Reiki.

Ahora bien, ¿cómo le hago para pertenecer a una de estas tradiciones? Aquí es donde la cosa se pone delicada. Para formar parte de una tradición, se necesita ser iniciado en la misma. El detalle es que algunas tradiciones exigen que el aspirante sea iniciado por un maestro o miembro de dicha tradición capacitado para ello. De este modo, si deseas formar parte de la tradición Gardneriana, DEBES ser iniciado por un Sumo Sacerdote Gardneriano. Si deseas seguir la tradición Alejandrina, NECESITAS ser iniciado por un Sumo Sacerdote Alejandrino. En la misma línea, si quieres convertirte en sanador reikista, DEBES iniciarte con un Maestro Reiki. No hay otro modo.

Digamos que me pongo terco y digo “¡soy Gardneriano aunque nadie me haya iniciado!” Con la pena, alguien tendría que romperme la burbuja en la que me encuentro y decirme “¿sabes qué? Si no te has iniciado en un coven gardneriano – cosa que debes poder verificar-, no eres realmente parte de esa tradición.” Si alguien dice “soy reikista porque sano por imposición de manos”, de las primeras cosas que preguntarle sería “¿podrías hablarme un poco de cómo aprendiste a hacerlo y de tus maestros?”. Y si viene una tercera persona diciendo que es Alejandrino porque se descargó el pdf del libro de las sombras alejandrino que circula por internet y sigue sus rituales, un alejandrino le diría “ese pdf que circula en internet NO ES el auténtico libro de sombras alejandrino.”

¿Por qué tanto alboroto por las iniciaciones y tradiciones? Una iniciación es mucho más que el equivalente metafísico de un “certificado de membrecía.” Al ser iniciado en una tradición, tienes acceso a su corriente energética. La tradición gardneriana tiene una corriente de energía constituida, con misterios propios de dicha tradición, al igual que la alejandrina u otras. (No vamos a hablar ahora de si Gardner se inventó todo o si en realidad integró diferentes conocimientos, o de si Sanders contó dos, tres o cinco versiones de su iniciación; existe una corriente energética firmemente establecida.)

¿Significa entonces que me quedo solo, triste y sin posibilidad de practicar la Wicca, o la Brujería?  En este punto es donde empieza el debate y donde el conflicto de “tradicionales a la derecha y eclécticos a la izquierda” cobra fuerza. Con el tiempo, surgieron otros practicantes,  tradiciones y corrientes que, si bien reconocían la importancia de una iniciación, señalaban que dicho rito podía realizarlo el mismo aspirante, dando origen a la autoiniciación. Aunque Cunningham es considerado el promotor de esta idea, la verdad es que Buckland también sería defensor de esta postura al proponer la auto-iniciación en la Seax Wica – sí, lo escribí bien - (los que tengan duda, revisen el libro de “Wicca: prácticas y principios de la brujería”  que junto a “The Tree” - reeditado como “Buckland’s Book of Saxon Witchcraft”, ahora también disponible en PDF en español con el nombre de “El Árbol: libro completo de la brujería sajona”  - contiene los fundamentos de dicha tradición y que pueden encontrarlo no sólo en impreso sino también en PDF por toda la red. En “Wicca: prácticas y principios…” se reconoce expresamente que ‘existe la realidad de la auto-iniciación en lugar de la iniciación en la congregación si así se desea’¹). Esto tuvo un efecto bastante interesante: por un lado, empezó  una explosión de interés en la brujería y prácticas afines que terminaría por lanzar a la brujería – en especial a la Wicca – a la luz pública, haciéndola sumamente popular, tal vez demasiado para el gusto del algunos (¿alguien se ha preguntado qué pensarían Gardner y Sanders, representantes de la llamada Wicca Tradicional, si descubrieran que el término “wiccan” es usado en episodios de “Buffy” y “Charmed”?).  También – y esto me parece algo muy bueno – habría sido de ayuda (y debería seguir siéndolo) para que el interesado busque, piense e investigue en lugar de dejarse guiar ciegamente por lo que algún pervertido o desequilibrado pudiera decirles, asegurando tener títulos que curiosamente NADIE ha visto o asumiendo comportamientos ridículos basados en exigencias todavía más ridículas. Y por supuesto, dio origen a la tan controversial ‘corriente’ o postura del eclecticismo, que tendría una muy estrecha relación con lo que algunos practicantes definen como “Neo Paganismo” y “Neo-Wicca”, y que incluiría conceptos distintos a la Wicca Tradicional. El término “Neo-Wicca” indicaría que sus practicantes estarían trabajando con algo posterior a la Wicca Tradicional, y EN NINGÚN MODO es indicador de inferioridad, sino de algo diferente del material Gardneriano y Alejandrino (los interesados en saber más al respecto, pueden revisar el trabajo de Ceisiwr Serith, o la dirección  http://www.ceisiwrserith.com/wicca/index.htm ).

Antes de que a alguien le dé un infarto o tenga una reacción tan violenta que le haga lanzar la laptop por la ventana, formularé la tan temida pregunta ¿entonces, si soy ecléctico, si no me he iniciado en ninguna tradición, si nadie me ha iniciado, SOY UN FRAUDE? Yo no lo llamaría así. Cierto, existen algunas tradiciones y estudios o prácticas que sólo puedes conocer en su totalidad al ser iniciado en ellos por un miembros de dicha tradición. Cierto, la Wicca ha experimentado una serie increíble de transformaciones, hasta el punto en que se plantean distinciones entre “Wicca Tradicional” y “Neo-Wicca” (y por ahora, no meteremos a la Brujería Tradicional en esto, porque de lo contrario, nunca terminamos). Cierto, pregúntale a tus amigos wiccanos sobre su tradición y más de uno te dirá que es ecléctico. Pero estas diferencias, que conducen a crear nuevos nombres y nuevas tradiciones no quieren decir que nuestro camino o que nuestras prácticas estén mal. Cada tradición tiene sus formas de honrar  a la divinidad y de contactar con el mundo espiritual. Un Gardeneriano y un Alejandrino podrían tener mucho que enseñar a un ecléctico. Lo contrario también puede ser posible (se considera que un VERDADERO BRUJO ECLÉCTICO debe ser increíblemente culto para realizar prácticas de diferentes culturas dentro del contexto que les corresponde, en lugar de ese estereotipo de aprendiz de brujo que mezcla dieciséis culturas diferentes en un solo ritual sólo porque ‘le pareció bonito’).  (Por cierto, un libro que revisa las conexiones y paralelos entre la Wicca Tradicional y la Wicca ecléctica es “The Study of Witchcraft” de Deborah Lipp que, a pesar de no haberlo visto publicado en español, partes del mismo pueden leerse accediendo a la sección ‘libros’ de Google).

Al final del día, si quieres evaluar la validez de tu práctica, empieza por revisar los resultados. ¿Cuál es la eficacia de tu práctica para conectar con la divinidad? ¿Son las técnicas que estás aprendiendo efectivas en la transformación de la realidad? ¿En qué modo los ritos que realizas te conectan con el mundo espiritual? Si tienes buenos resultados, entonces es un indicador de que tu práctica está dando frutos. Es útil llamar a las cosas por su nombre. Ayuda a evitar la confusión. Es importante reconocer el valor de las tradiciones, ya que cada una tiene sus misterios y son fuente de conocimiento, sabiduría y desarrollo espiritual (cosas que todo brujo aprecia). Pero antes de pasarte al otro extremo y empezar a acusar a otros de “herejía pagana” (si es que acaso puede usarse el término) por no seguir TU tradición, sabiendo muy bien en qué consiste la misma, averigua los resultados que obtiene ese alguien. Sí, ¡puede ser un Neo-Wicca, y muy bueno en su práctica!  

Practicante de Artes Mágicas

Citas:

1.       Buckland, R. (2001) Wicca, prácticas y principios de la brujería. p.286.  Llewellyn: St. Paul.